Los bebés aprenden a conocer el mundo a través de sus cinco sentidos. Esta es una actividad para que vean, toquen, huelan, saboreen y escuchen lo que mamá o papá dice.
Edad: 6 a 18 meses
¿Qué se necesita?
½ taza de turrón espeso
½ taza de gelatina o pudín
colorante vegetal
¿Qué se hace?
Sentar al bebé con poca ropa en su silla de comer. Si generalmente se le pone babero para comer, en esta actividad habrá que prescindir del babero, pues aunque hay comida involucrada, se trata de una actividad de juego. Ya listo en su silla, se le ofrece un plato con un cuadrado de gelatina recién sacada de la refrigeradora para que esté fría. Hay motivarle a que la toque. ¡Uy qué fría está! Enseñarle cómo se mueve cuando se empuja suavemente. Cortar algunos pedacitos con una cucharita y motivarle a que los tome con las manos. Dejarle que juegue libremente con la gelatina y observar. Animarle a que la pruebe y si quiere que se la acabe.
Después, ofrecerle un poco de turrón. Que no esté frío para que perciba la diferencia de la temperatura. Ahora ya sabrá qué hacer y querrá tocarlo al igual como lo hizo con la gelatina. El color blanco le llamará la atención pues es distinto al de la gelatina. Dejarle que juegue libremente con el turrón y observar. Agregar un par de gotitas de colorante vegetal al turrón y observar la reacción del/la bebé. ¡Mira cambia de color!
Con esta actividad estimulamos:
Los sentidos Las experiencias con los cinco sentidos aportan multiplicidad de estímulos a la vez que permiten que el bebé grabe lo que está conociendo.
La exploración En la primera infancia son muchas cosas las que son nuevas para los niños y las niñas. La exploración es su mejor recurso para aprender sobre todo lo que le rodea.
La motricidad fina El movimiento de sus deditos dentro de la gelatina y el turrón le entrenan a moderar la prensión y a tomar con suavidad las cosas. Expresiones como mira qué suave se siente, conectan el concepto “suave” con la experiencia que están teniendo. Alienten al bebé a utilizar tanto las palmas para jugar la gelatina o el turrón entre sus manos, como los dedos directamente sobre el turrón para ver qué formas se pueden crear.
La creatividad Aún a los seis meses se tiene creatividad. Se trata de que el bebé haga lo que se le ocurra. También pueden animarle a hacer montañitas de gelatina y picos u otras formas con el turrón.
La afectividad En los primeros dos años de vida, la cercanía afectiva de su mamá y de su papá en las actividades que realizan potencian la seguridad en sí mismos y sientan las bases para una sólida autoestima.
¡Recuerden estar atentos para captar la mejor fotografía!