Dibujar es una de las actividades que más disfrutan los niños. Si además de dibujar, la actividad tiene cierta dosis de misterio y de magia, la diversión se multiplica.
Estas pizarras mágicas se realizan con la técnica de capas de colores que proponen varios sitios de arte.
Edad: 2 años en adelante
¿Qué se necesita?
Cartulina de algún color llamativo para que sirva de marco
Hojas blancas 120grs. tamaño carta u oficio
Crayones de cera de colores vivos
Témpera negra
Pinceles
Palillos, lapiceros sin tinta, agujas plásticas o cualquier objeto con punta (sin filo) que pueda servir como lápiz
Papel transparente engomado o de contacto (opcional)
¿Qué se hace?
Llenar la hoja blanca con patrones de colores pintando fuerte con los crayones de cera. La hoja debe quedar completamente llena, sin un solo espacio blanco. Los adultos pueden ayudar a repasar las capas pues es necesario que el crayón se vea fuerte. Pueden utilizar una hoja entera, o bien, partirla por la mitad y hacer dos pizarras.
Cubrir con una o dos capas de témpera negra la hoja coloreada de tal manera que no se vea el color.
Recortar la cartulina de color vibrante de un tamaño mayor al de la hoja blanca. Puede ser dos pulgadas más grande de alto y de ancho. Si se desea puede cubrirse con papel transparente engomado de contacto un marco de aproximadamente dos pulgadas y media para que la pizarra pueda pintarse las veces que se desee.
Pegar la hoja blanca con los colores sobre la cartulina de color.
Con un palillo, lapicero sin tinta o cualquier objeto con punta (sin filo) dibujar libremente sobre el fondo negro y disfrutar de los colores que aparecen.
Con esta actividad estimulamos:
La capacidad de asombro Los niños y las niñas se asombran con las cosas más sencillas; a los adultos, por el contrario, les cuesta asombrarse por cosas que generalmente se consideran obvias o intrascendentes. Si es la primera vez que los niños realizan la actividad se maravillarán con los dibujos que pueden crear.
La lectoescritura Cuando coloreen la hoja blanca, hagan énfasis en repetir algún patrón azul – anaranjado – amarillo, por ejemplo. La identificación de patrones es una destreza que les será muy útil posteriormente cuando estén aprendiendo a escribir: las palabras se escriben en patrones de consonantes-vocales y las oraciones en patrones de sustantivos-verbos.
Psicomotricidad fina Colorear ciertas secciones de la hoja requiere control de los trazos y precisión del movimiento para no salirse del espacio asignado. No debe serse demasiado estricto para que el niño o la niña disfrute lo que está haciendo. También permitir algunos descansos, pues llenar la hoja completa de color requiere un gran trabajo. Los niños pueden empezar y los adultos terminar la tarea.
El movimiento del pincel y la recarga del mismo le enseñan a dominar su mano y controlar sus movimientos para evitar derramar la pintura.
Los colores Cuando coloreen la hoja, mencionen cuáles son los colores primarios (azul, amarillo y rojo), secundarios (verde, morado y anaranjado), cálidos (rojo, naranja, amarillo), fríos (azul, verde, morado).
La inteligencia espacial Al organizar los colores y patrones en el área de la hoja blanca.
La Creatividad Al proponer sus propios patrones, así como al trazar sus dibujos sobre la pizarrita negra.