Dibujar es una de las actividades que más disfrutan  los niños.  Si además de dibujar, la
actividad tiene cierta dosis de misterio y de magia, la diversión se multiplica.

Estas pizarras mágicas se realizan con la técnica de capas de colores que proponen varios
sitios de arte.  

Edad: 2 años en adelante

¿Qué se necesita?

  • Cartulina de algún color llamativo para que sirva de marco
  • Hojas blancas 120grs. tamaño carta u oficio
  • Crayones de cera de colores vivos
  • Témpera negra
  • Pinceles
  • Palillos, lapiceros sin tinta, agujas plásticas o cualquier objeto con punta (sin filo) que
    pueda servir como lápiz
  • Papel transparente engomado o de contacto (opcional)


¿Qué se hace?

  1. Llenar la hoja blanca con patrones de colores pintando fuerte con los crayones de
    cera.  La hoja debe quedar completamente llena, sin un solo espacio blanco. Los
    adultos pueden ayudar a repasar las capas pues es necesario que el crayón se vea
    fuerte.  Pueden utilizar una hoja entera, o bien, partirla por la mitad y hacer dos pizarras.
  2. Cubrir con una o dos capas de témpera negra la hoja coloreada de tal manera que no
    se vea el color.
  3. Recortar la cartulina de color vibrante de un tamaño mayor al de la hoja blanca.  Puede
    ser dos pulgadas más grande de alto y de ancho.  Si se desea puede cubrirse con
    papel transparente engomado de contacto un marco de aproximadamente dos
    pulgadas y media para que la pizarra pueda pintarse las veces que se desee.
  4. Pegar la hoja blanca con los colores sobre la cartulina de color.
  5. Con un palillo, lapicero sin tinta o cualquier objeto con punta (sin filo) dibujar libremente
    sobre el fondo negro y disfrutar de los colores que aparecen.


Con esta actividad estimulamos:

La capacidad de asombro
Los niños y las niñas se asombran con las cosas más sencillas; a los adultos, por el contrario,
les cuesta asombrarse por cosas que generalmente se consideran obvias o intrascendentes.  
Si es la primera vez que los niños realizan la actividad se maravillarán con los dibujos que
pueden crear.

La lectoescritura
Cuando coloreen la hoja blanca, hagan énfasis en repetir algún patrón azul – anaranjado –
amarillo, por ejemplo.  La identificación de patrones es una destreza que les será muy útil
posteriormente cuando estén aprendiendo a escribir: las palabras se escriben en patrones de
consonantes-vocales y las oraciones en patrones de sustantivos-verbos.

Psicomotricidad fina
Colorear ciertas secciones de la hoja requiere control de los trazos y precisión del movimiento
para no salirse del espacio asignado.  No debe serse demasiado estricto para que el niño o la
niña disfrute lo que está haciendo.  También permitir algunos descansos, pues llenar la hoja
completa de color requiere un gran trabajo.  Los niños pueden empezar y los adultos terminar
la tarea.

El movimiento del pincel y la recarga del mismo le enseñan a dominar su mano y controlar sus
movimientos para evitar derramar la pintura.

Los colores
Cuando coloreen la hoja, mencionen cuáles son los colores primarios (azul, amarillo y rojo),
secundarios (verde, morado y anaranjado), cálidos (rojo, naranja, amarillo), fríos (azul, verde,
morado).

La inteligencia espacial
Al organizar los colores y patrones en el área de la hoja blanca.

La Creatividad
Al proponer sus propios patrones, así como al trazar sus dibujos sobre la pizarrita negra.
¡Que se diviertan y aprendan mucho!
Envíennos fotografías de las pizarras de sus hijos para ilustrar este espacio al correo electrónico de la Escuela.
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para Socios:
Pizarras mágicas