Jugar en la oscuridad es algo que algunos niños disfrutan mientras que otros no, por lo que
hay que tener cuidado para no forzar al niño o a la niña a hacer algo que lo atemorice. Sin
embargo, si el niño o la niña tienen miedo a la oscuridad y acepta apagar la luz de la
habitación, puede ser una excelente estrategia para liberarse de su miedo y darse cuenta de
que cuando la luz se apaga, no hay nada qué temer.

Edad: 2 años en adelante

¿Qué se necesita?

  • Una habitación oscura
  • Una linterna

¿Qué se hace?

Inviten a sus hijos a hacer un safari en su propia habitación.  Para este safari lo único que
necesitarán es una linterna para cada uno y las ganas de descubrir formas en la oscuridad.

Aprovechen una noche que se vayan temprano a la cama y antes de su rutina de dormir,
saquen sus linternas y apaguen la luz.  

Comenten que los colores sólo se ven cuando hay luz, de lo contrario, todo se ve negro.  La
luz blanca lleva todos los colores y los objetos, según su pigmentación absorben y reflejan
colores específicos. Apunten sus linternas hacia algún objeto específico y describan de qué
color es.  Apaguen y enciendan nuevamente la interna en algún otro punto de la habitación e
iluminen otro objeto.  Describan nuevamente sus características y colores.


Con esta actividad estimulamos:

El movimiento para rasgar el papel da flexibilidad a la muñeca y los dedos pulgar e índice que
participan directamente en la escritura.  Si es la primera vez que el niño o la niña va a rasgar
papel, se debe tener mucha paciencia y tomarle de las manos para dirigir el movimiento.  No
importa de qué tamaño corte el papel.  Puede ser útil, doblar primero el papel de manera que
el corte siga el doblez.

El cuidado que se debe tener para pegar los papeles sobre la “armazón” de la alcancía ayuda
entrenar la presión, que es otro factor importante para la escritura. Una buena práctica, ayuda
a que al escribir los niños no lo hagan tan duro y puedan hace la presión justa con el lápiz
sobre el papel.

Seguridad en sí mismos
Como apuntamos al inicio de la actividad, el temor a la oscuridad es común en los niños entre
los tres y los cinco años de edad.  Este temor es aprendido, es decir, derivado de alguna
experiencia negativa con la oscuridad.  Algunas de estas experiencias pueden ser programas
de televisión con escenas de monstruos, fantasmas y criaturas que amedrentan en entornos
oscuros, así como escenas en las cuales se muestran niños y niñas temerosos de la
oscuridad.

El safari en la oscuridad es una actividad segura para el niño o la niña que tienen miedo a la
oscuridad, pues estará en una habitación conocida, con la protección de su mamá y de su
papá, en una actividad de juego y con el control de la oscuridad en sus manos.  Es importante
resaltar que no debe presionarse al niño o a la niña a jugar si no quiere.  

Colores y formas
Descubrir en medio de la oscuridad los colores y las formas de los objetos permite una
perspectiva distinta.

Comunicación verbal
Al animar  a los niños a describir los objetos que encuentran se promueve el desarrollo de
vocabulario y la habilidad para comunicar sus ideas.

Orientación espacial
Jugar a ubicar objetos de colores y formas específicas permite reconocer la habitación y saber
dónde está cada cosa.  Se asombrarán de lo bien que los niños saben dónde está cada
cosa.  Pueden pedir, por ejemplo, que apunten a la lámpara, a la ventana, a la puerta, etc.  
Pueden complicar un poco más la experiencia pidiendo que apunten a un objeto verde,
amarillo, azul, o bien, a un objeto cuadrado, redondo, con punta, etc.  Al principio pueden
permitir que lo busquen con la linterna encendida, pero a medida que se vuelven expertos,
pueden permitir únicamente encender la linterna cuando estén seguros de que apuntarán al
objetivo correcto.

Reafirmar el conocimiento de los espacios en los que se desenvuelve
Pueden extender esta actividad no sólo a una habitación, sino salir con sus linternas y
recorrer las demás habitaciones, pidiendo a los niños que apunten hacia donde está el
televisor, la mesa del comedor, la fotografía de los abuelos, etc.

Exploración y descubrimiento
¿Qué pasa si apuntan al espejo?  ¿Hacia dónde se va la luz? Prueben iluminar los objetos de
la habitación apuntando al espejo.

Área afectiva
Jugar juntos refuerza los lazos afectivos entre ustedes. Los abrazos transmiten confianza y la
seguridad de sentirse protegido en todo momento.
¡A apagar la luz!
Envíennos fotografías de ustedes jugando en la oscuridad con sus linternas para ilustrar este espacio al correo
electrónico de la Escuela.
Área Exclusiva
para Socios:
Safari en la Oscuridad