Lo más importante que deben lograr los padres con sus
hijos recién nacidos es crear un vínculo estrecho con ellos.
En esta etapa, la forma como los padres transmitan su
amor a sus bebés se convertirá en el prototipo que
utilizará el bebé para sus posteriores relaciones sociales
y afectivas y para expresar amor a los demás.  

Cuando el bebé o la bebé recibe la leche materna, la interacción con su madre
estrecha la relación y le hace experimentar un amor profundo hacia ese ser que le
prodiga tanto bienestar: en sus brazos se siente calientito/a, amado/a y seguro/a. El
padre también puede promover estos mismos sentimientos si lo/la alimenta con biberón
(idealmente con leche materna).  Tratará de estimular el contacto visual y podrá
sonreírle, levantar las cejas, parpadear, platicarle, preguntar por el sabor y la
temperatura de la leche, contarle sobre lo que hizo durante el día,

Mantener el contacto visual es la manera más eficaz de comunicarse con los bebés en
los primeros meses.  Los y las bebés estudian el rostro de sus padres como
entendiéndolos y tratando de imitarlos.  Es el primer aprendizaje sobre comunicación
dentro de la cultura occidental.  Cuando hablamos con alguien vemos a esa persona a
los ojos.

Aprovechar el cambio de pañal, el momento del baño, la hora de la alimentación o de
juego para intercambiar miradas.  ¿Sabías que la sonrisa es aprendida?  En la medida
que tú le sonrías a tu bebé, él o ella aprenderá a sonreír.

Hazle muecas, ¡verás cómo intenta imitarte!  Saca la lengua, di “o” y “u”, frunce el
ceño, mueve la boca para un lado y para otro, además de captar la atención de tu
bebé, estarás relajando los músculos de tu cara…

Detente cuando observes señales de cansancio en tu bebé (bostezo, que retira la vista
o hipo).  Concentrar la vista también puede ser agotador…

                 Estos momentos no volverán jamás, ¡aprovéchalos!
¡Que se enamoren de sus hijos!
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