Hemos destinado esta sección para tratar de resolver las dudas que con frecuencia tienen padres y madres
de familia respecto a sus hijos.  Incluiremos las preguntas que nos envíen desde el formulario que aparece
en la página principal.
Utilice la opción de búsqueda para encontrar fácilmente temas
específicos abordados en las distintas secciones del sitio:
32. Hoy los niños y las niñas son muy "convenencieros", es decir, juegan con quien les ofrece más. ¿Está bien
enseñarles a no ser así y a jugar con todos por igual?

Gracias por la pregunta.  Me parece que esto de entablar relaciones por conveniencia es un vicio de la sociedad actual que
lamentablemente está extendiendose a las más tiernas edades. En la primera infancia, el modelo de los padres será
siempre el patrón que marque el comportamiento de los niños y las niñas.  Si a través de sus padres, los niños han
percibido que los amigos, y las personas en general, tienen un fin utilitario, harán lo mismo cuando se encuentren con
compañeros de juego de su misma edad, preferirán a uno o a otro por lo que puedan obtener de él o ella.

No obstante, hay que entender también que a esta edad, los niños y las niñas pueden sentir preferencia por jugar con uno u
otro niño en función de cómo se sienten al hacerlo.  De esta cuenta, tenderán a rechazar las relaciones con niños agresivos
o con limitadas habilidades sociales e ignorarán a los tímidos y retraídos.  Esto es un comportamiento normal.  A su edad,
no podemos pretender que traten de congeniar con personalidades difíciles.  


La amistad en la primera infancia es bastante peculiar, pues aún no se le da el sentido que realmente tiene, sino más bien
los niños a esa edad asumen que sus amigos son aquellos niños con quienes hacen cosas juntos, ya sea jugar o trabajar
en un proyecto manual o de aprendizaje. Entienden, no obstante, que los amigos se ayudan y se quieren. La labor de los
padres y las madres es capacitar a sus hijos para que sean competentes en el plano social, es decir, que sean
independientes, entiendan los sentimientos de los demás, puedan comunicar sus sentimientos asertivamente y sepan
modificar su conducta en beneficio de una relación armoniosa con los demás. Invitar a niños de diferentes edades y familias
a jugar a casa es una excelente manera de practicar a jugar con amigos y cuando estén jugando, lo mejor será mantener
una actitud vigilante pero sin intervenir directamente.  


33. ¿Cómo puedo hacerle para que mi hijo no sea tan agresivo?

La agresión en la primera infancia es una situación bastante compleja pues depende de los factores del entorno familiar en
el que el niño se desarrolla.  Las muestras de agresión afloran a partir de los dos años cuando el niño o la niña aprenden a
utilizar acciones intimidantes para obtener lo que desean. Según su temperamento, las muestras de agresión pueden ser
más o menos intensas.  Lo importante, es que poco a poco, la orientación serena de los padres y el desarrollo de sus
habilidades de comunicación vayan dándole pautas sobre los sentimientos de los demás y los mejores mecanismos para
conseguir sus fines.

Antes que nada, vale la pena revisar objetivamente las relaciones familiares.  ¿Tiene modelos agresivos? ¿Utilizan los
padres castigos físicos o gritos para corregirlo? ¿Son violentas las relaciones entre padres o entre los otros hermanos? El
primer modelo de conducta de los niños y las niñas son sus padres.  Si estos en su afán de corregir se muestran agresivos
o violentos, lo que están enseñando es que está bien ser agresivo o violento cuando se está enfadado. Por el contrario, los
padres y las madres que saben controlar su enojo y son asertivos en su comunicación, modelan un comportamiento más
positivo de relaciones interpersonales.

¿La atención que se le presta es uniforme o sólo se le presta atención para corregir comportamientos agresivos? ¿El padre
y la madre le envían constantemente mensajes directos e indirectos de ser un miembro importante de la familia y de hacer
las cosas bien? Sentirse que pertenece a una familia en la cual se le valora, se elogian sus méritos, se mantiene una
comunicación abierta y recibe ayuda para lograr objetivos más altos cada vez desarrolla una personalidad estable e
independiente. No necesitará mostrarse agresivo para obtener lo que desea porque conoce mejores estrategias como la
comunicación directa, el autocontrol y la modificación de su conducta. Un buen antídoto contra la agresión es permitirle vivir y
desempeñarse en un ambiente en donde se respete su individualidad, su derecho a tomar decisiones y su espacio
personal. De esta manera no entenderá la vida como una lucha por la supervivencia sino como una actividad edificante de
todos los días.


34. ¿Cómo explicarles a los niños cómo se tienen a los bebés?

Cuando explique a un niño o a una niña menor de seis años cómo nacen los bebés debe hacerlo con la misma naturalidad
con la que le explicaría cómo se hace limonada.

No postergue la respuesta, pero antes profundice sobre lo que el niño o la niña necesita saber.  No vale la pena darle
información que aún no solicita.  Guíese por las preguntas que el niño o la niña haga. Respóndalas TODAS con naturalidad y
sobre todo CON LA VERDAD.  Atrás quedaron los días en los que a los niños se les engañaba con cuentos sobre la cigüeña
y demás.  Necesita infundir confianza en el niño o la niña con respuestas claras y lógicas para que vuelva a acercarse a
usted con otra pregunta.

Los niños y las niñas menores de seis años aún están en una fase de desarrollo del pensamiento, en la cual comprenden
mejor un concepto si además de escuchar la explicación, se utilizan imágenes o mímica para hacerlo más concreto. Jugar a
tener un bebé o hacer teatro de títeres sobre el nacimiento de un bebé es una buena forma de ayudar a los niños a disipar
sus dudas.

35. ¿Quisiera información sobre las normas en casa?

Aprovecharemos la amplitud de la pregunta para dar algunos consejos básicos sobre el establecimiento y el cumplimiento
de las normas en casa.


Desde que nacen, los bebés necesitan vivir un ambiente ordenado. El caos les provoca incertidumbre y temor.  Poder
anticipar los eventos, por el contrario, les ayuda sentirse en control y a invertir su energía en descubrir lo que le rodea. De
esta cuenta, lo mejor es acostumbrarse a una rutina específica desde el mismo día en el bebé o la bebé llega a casa.

Al tener rutinas claras para las actividades diarias se forman hábitos y no habrá necesidad de perseguir al niño o a la niña
por toda la casa para que se cepille los dientes antes de dormir, pues será un paso automático después de cenar.

Al establecer normas para la casa, lo mejor es que sean pocas, claras y obvias. Es importante que los niños sepan la
justificación detrás de la norma para que sea lógico cumplirla y no se trate simplemente de seguir órdenes sin saber por
qué. Asimismo, las normas deben aplicar para todos los miembros de la casa, siendo los mayores el modelo a seguir.  La
norma de que los niños no dicen malas palabras, pero los adultos sí es contradictoria y ofrece modelos incorrectos.

El incumplimiento de una norma debe tener una consecuencia también obvia.  Por ejemplo, la norma es ver televisión una
hora en la mañana.  Si decide ver televisión por más tiempo pederá su derecho a ver televisión al día siguiente porque ya
habría consumido esa hora también. Si la norma es no llevar arena adentro de la casa, la consecuencia será limpiar bien el
área donde regó la arena.

Por último y quizás la más importante, las normas deben tener en cuenta el temperamento y las necesidades de los niños y
las niñas.  Una norma que diga que no pueden ensuciarse la ropa cuando juegan sería ilógica, pues al jugar, los niños y las
niñas necesitan completa libertad de actuación.

Las normas de casa deben estar orientadas a una convivencia armónica y agradable en el hogar. El exceso de normas
confunde y la inexistencia de las mismas no construye una personalidad responsable.
© Derechos reservados, 2004-2005.
Nota:  En esta sección se ofrecen consejos prácticos para cada pregunta con base en la teoría
existente y los criterios propios de la Asociación Guatemalteca De Padres a Hijos. Para abordar a
profundidad cada tema y tratar cada situación específica, se recomienda la consulta directa con
un psicólogo u otro especialista.
Preguntas que los padres nos hacemos con más
frecuencia (continuación)
Leer más preguntas