Hemos destinado esta sección para tratar de resolver las dudas que con frecuencia tienen padres y madres
de familia respecto a sus hijos. Incluiremos las preguntas que nos envíen desde el formulario que aparece
en la página principal.
Utilice la opción de búsqueda para encontrar fácilmente
temas específicos abordados en las distintas secciones del
sitio:
36. ¿Cómo educar a mi hija de 5 años?
Esta es una pregunta demasiado amplia que intentaremos responder en este espacio con dos ideas concretas. La primera
es que “educar” desde la perspectiva del aprendizaje social implica adoptar un comportamiento y modelarlo para que
nuestros hijos/as lo imiten. Si lo que queremos como padres y madres es que nuestros hijos sean responsables de sus
acciones, por ejemplo, primero seremos responsables nosotros mismos: puntuales en las citas, cuidadosos con lo que no
sea nuestro, cumplidos con nuestras promesas, etc. En la primera infancia, niños y niñas aprenden a comportarse en
sociedad imitando a sus padres principalmente. La clave está en compartir tiempo juntos en distintos entornos para que
imitando y practicando, formen hábitos de conducta.
La segunda idea que queremos compartir se refiere al trato con los niños y las niñas. La primera infancia es una edad de
juego, experimentación y novedad. Para ayudar a los hijos y las hijas en esta etapa es crucial entender cómo interpretan
ellos el mundo y qué es lo que en estos años más les interesa. Muchos podemos coincidir en que en esta etapa antes que
cualquier otra cosa, prefieren jugar; entonces, es lógico que la mayor cantidad de actividades que hagamos con ellos sean
jugando: cantando canciones mientras se lavan, jugando con la espuma mientras se bañan, bromeando con la ropa o
haciendo carreras contra el tiempo mientras se visten, jugando a buscadores de colores mientras recogen, etc. Asimismo,
es la edad en la que se cuestionan mucho sobre “lo que pasaría si…” y por supuesto, no se conforman con que les
digamos lo que sucedería, sino que necesitan experimentarlo. Entonces, siempre que no haya riesgo de que se lastimen o
se dañe la propiedad, haremos bien en permitirles experimentar. Cuando pregunten por ejemplo, ¿qué pasa si pongo tierra
en el agua? Nuestras mejores respuestas serán siempre “Averígualo” y “Averigüemos”. Uno de los cuatro pilares de la
educación es “aprender a aprender”, de ahí que parte de la misión educativa de los padres y las madres en esta etapa de la
vida de sus hijos/as sea construir en ellos/as la pasión por aprender.
37. ¿Por qué mi niño aún no acepta a sus hermanitos: les pega y les quita sus juguetes?
Agradecemos su pregunta, pero nos da muy poca información, pues al menos necesitaríamos saber las edades de los
niños. Sin embargo, intentaremos dar respuesta asumiendo que el niño que no acepta a sus hermanitos es el hijo mayor.
Lo que se puede inferir de la situación que nos plantea es la imposición del más fuerte sobre el más débil, lo cual es una
relación que el niño o la niña en su etapa de formación a partir de los dos años, empieza a distinguir cuando papá o mamá
utiliza la fuerza para que él o ella hagan lo que papá o mamá dicen. El mensaje que los padres envían al obligar con
violencia física a sus hijos a hacer las cosas es que está bien que el más grande y fuerte, lastime al más pequeño para
obtener lo que quiere. Tal parece que el mayor lo ha aprendido muy bien al utilizar su fuerza sobre los más pequeños para
imponerse. Cuando el modelo de fuerza no está en casa, habrá que observar entonces a los cuidadores tales como
maestros, abuelos, tíos, etc., así como a sus compañeros de juego que posiblemente hacen lo mismo con él.
Vale la pena también observar si golpear a los hermanos es una manera del mayor de llamar la atención de sus padres.
Hay que analizar si el hijo mayor está recibiendo toda la atención que merece y si el nacimiento de los hermanos pequeños
le restó tiempo con papá y mamá. Una sugerencia es tener un tiempo especial a la semana con el hijo mayor sin los otros
hermanos para que sea él quien decida a qué van a jugar, qué libro van leer o qué van a comer. Posiblemente lo que está
“pidiendo a golpes” es que compartan más tiempo con él en exclusividad. Gradualmente, cuando haya reafirmado su lugar y
función especial en la familia, podrán incorporarse los otros miembros para compartir momentos semanales especiales en
familia.
La relación entre hermanos en la primera infancia tiene un fuerte impacto en la vida futura de los niños. Por ello, es muy
importante analizar las causas del comportamiento del mayor y ayudarle a llevarse mejor con sus hermanos pequeños
quienes no deberían temerle sino verlo como un modelo de quien pueden aprender a hacer muchas cosas.

© Derechos reservados, 2004-2006.
|
Nota: En esta sección se ofrecen consejos prácticos para cada pregunta con base en la teoría existente y los criterios propios de la Asociación Guatemalteca De Padres a Hijos. Para abordar a profundidad cada tema y tratar cada situación específica, se recomienda la consulta directa con un psicólogo u otro especialista.
|
Preguntas que los padres nos hacemos con más frecuencia (continuación)
|