Hemos destinado esta sección para tratar de resolver las dudas que con frecuencia tienen padres y madres
de familia respecto a sus hijos. Incluiremos las preguntas que nos envíen desde el formulario que aparece
en la página principal.
Utilice la opción de búsqueda para encontrar fácilmente temas
específicos abordados en las distintas secciones del sitio:
70. ¿Cómo puedo mejorar la comunicación en mi familia?.
La comunicación en el seno de la familia es clave para la potenciación de las capacidades de todos sus
miembros.
Una estrategia para la comunicación efectiva es la habilidad para escuchar sin criticar, sin aconsejar, ni
decir lo que uno haría en el lugar del otro. Escuchar abiertamente, sin juicios, es una estrategia básica para
abrir los canales de comunicación. Al escuchar sin emitir juicios, el interlocutor recibe un mensaje de
confianza y de que puede compartir sus pensamientos y sentimientos.
Promover espacios de convivencia armónica en situaciones de recreación es también muy útil para
conocerse mejor. Conocer bien al otro siempre es fundamental para que exista una buena comunicación.
Tener momentos en los que todos estén relajados, ya sea en un día de campo, un recorrido ecológico, etc.
permite abrir los canales de comunicación.
También conviene revisar la misión familiar. ¿Para qué decidieron formar su familia? ¿Para qué están
juntos? Cuando la misión familiar es clara, ya sea que su misión sea la de apoyarse mutuamente, ayudarse
a ser mejores cada día, etc., la comunicación debe ajustarse para que sea congruente y permita alcanzar el
objetivo.
Como líderes de la familia, padres y madres, necesitan encaminar sus esfuerzos a ayudar al resto de los
miembros de su familia a dar lo mejor de sí, buscando sus fortalezas y resaltando sus cualidades positivas.
Una actitud de crítica y reproche, aleja a los integrantes más jóvenes de la familia, además de limitar
severamente su autoestima y capacidad de desarrollo interno.
Una actitud de apertura, accesibilidad, relajación y elogio de las cualidades valiosas de cada uno de los
miembros, hace la diferencia en la comunicación interfamiliar. ¡Adelante!
71. No sé hasta cuánto es la capacidad para que mi hija de 4 años pueda aprender a entender
cuando le doy una orden.
La capacidad de aprendizaje de los niños menores de seis años es ilimitada. Lo que sí se debe tener en
cuenta es que su razonamiento es muy distinto al de los adultos; lo que significa que lo que es prioritario
para papá y mamá no necesariamente es prioridad para el niño o la niña.
Conviene que al interactuar con los hijos, el objetivo principal de los padres sea el de modelar
comportamientos adecuados y ayudar a los niños y las niñas a desarrollar gradualmente el pensamiento
lógico que les permita actuar independientemente.
En educación infantil no hablamos de órdenes sino de instrucciones y estas instrucciones no se le dan al
niño o a la niña para que las cumpla solo/a, sino que las damos para hacerlas juntos. En la primera infancia,
los adultos son los ayudantes de los niños y de las niñas para que vayan dándose cuenta de cómo se
hacen las cosas y además para que aprendan valores como la colaboración y la solidaridad.
Cuando un adulto da órdenes a los niños menores de seis años, la reacción que obtendrá de ellos será la
rebeldía y la negativa a hacer lo que le están pidiendo. Si por el contrario, el comportamiento es de
accesibilidad y de trabajo en equipo, niños y niñas se sentirán motivados a hacerlo con gusto. Cuando se
trata de ordenar la habitación por ejemplo, difícilmente se logrará que quede reluciente si únicamente se le
dice que ordene su habitación. Si por el contrario, mamá o papá invitan al niño o a la niña a ordenar la
habitación, e incluso lo retan a ver quien recoge más juguetes, seguro que terminarán en un dos por tres y
con sentimientos de haberse divertido y compartido un buen momento juntos.
En la nueva era en la que vivimos, imponer y dar órdenes esperando que los niños y las niñas las cumplan
sin decir nada ya no puede ser un modelo educativo. Interesa, por el contrario, que los niños y las niñas
razonen su actuar, distingan lo correcto de lo incorrecto según los valores que observen en casa y poco a
poco adquieran comportamientos independientes respetuosos de los demás y del entorno que les rodea.
¡Ánimo! Educar es inspirar y aprender a convivir.

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Nota: En esta sección se ofrecen consejos prácticos para cada pregunta con base en la teoría existente y los criterios propios de la Asociación Guatemalteca De Padres a Hijos. Para abordar a profundidad cada tema y tratar cada situación específica, se recomienda la consulta directa con un psicólogo u otro especialista.
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Preguntas que los padres nos hacemos con más frecuencia
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