Hemos destinado esta sección para tratar de resolver las dudas que con frecuencia tienen padres y madres
de familia respecto a sus hijos.  Incluiremos las preguntas que nos envíen desde el formulario que aparece
en la página principal.
Utilice la opción de búsqueda para encontrar fácilmente temas
específicos abordados en las distintas secciones del sitio:
51. ¿Cómo debo reaccionar ante un niño de 9 años que fue encontrado con pornografía en el
colegio?

Gracias por su comunicación. Este Portal está dirigido a padres y madres con niños menores de seis años;
sin embargo, daremos algunas orientaciones por la importancia y vigencia de la pregunta.  

En los temas que desarrollamos en este Portal siempre hemos tratado de dejar claro que la forma coercitiva
es la menos positiva y menos efectiva para educar y formar a los niños y a las niñas en principios y valores.
El diálogo abierto debe ser la estrategia preferida para formar en ellos la capacidad de discernir entre lo
que aporta calidad de vida y lo que no.

En una situación como la descrita, lo principal es dar suficiente confianza al niño y demostrarle una actitud
sincera de ayudarlo a resolver las dudas o inquietudes que pueda tener.  Puede preguntarse directamente
por qué quiere leer ese material, qué le llama la atención de lo que hay ahí.  La etapa de la pubertad puede
iniciar entre los nueve y los diez años, especialmente en las niñas, por lo que probablemente tenga
curiosidad de lo que le está sucediendo a sus compañeras de colegio, o a él mismo.  Lo que el niño
necesita es una conversación abierta, que no sea un sermón ni una letanía de recomendaciones, sino más
bien una oportunidad de ser escuchado.  Pueden hojear juntos la revista y con toda naturalidad hablar
sobre las diferencias entre hombres y mujeres y las relaciones sexuales como la más sublime demostración
de afecto entre un hombre y una mujer.  Conversen sobre la intimidad de la pareja, el valor del respeto a sí
mismo y lo privado de la sexualidad. Permita que las preguntas del niño orienten la conversación y aclárelas
una por una. Ayúdelo a discernir por sí mismo si vale o no la pena ver el contenido de la revista que llegó a
sus manos.  La prohibición o el castigo únicamente aumentará el deseo de volver a verla y el ser más
cuidadoso para que no lo descubran; él debe entender claramente lo que es útil y lo que no para sí mismo.
Una buena idea es ir juntos a la biblioteca del colegio o a una librería para adquirir material sobre educación
sexual que le ayude a entender mejor esa dimensión del ser humano.

Mantenga una actitud positiva y de confianza para que el niño pueda volver las veces que desee a platicar
sobre el tema mientras lo asimila y se prepara para adaptarse a los cambios de su cuerpo.  
¡Tiene una
oportunidad de oro en sus manos para mantener activo el canal de comunicación; no la desperdicie!


52. El maestro como orientador familiar.

Por su preparación sobre desarrollo infantil y su experiencia en la convivencia diaria con los niños, los
maestros tienen bastante conocimiento para compartirlo con los padres y las madres de familia.  Sus
consejos pueden ser valiosos y su intención al dar algunas orientaciones con toda seguridad está
encaminada a mejorar el entorno familiar, no obstante, su preparación no es suficiente para desempeñar la
labor de orientador familiar.  Su función es la de ayudar a sus alumnos a aprender, por supuesto, que al
ayudar a mejorar su entorno familiar, también los ayuda a aprender, y por lo mismo sus orientaciones y
aportaciones son valiosas, pero no deben ser las únicas, sino más bien reconocer que cuando existe una
situación familiar problemática, idealmente debe ser atendida en conjunto con un especialista.  Vale la pena
remarcar que se trata de una estrategia en conjunto (padres, hijos, maestro y especialista) y no del
especialista con la familia únicamente.  El maestro conoce muy bien a los niños que están a su cuidado y su
aporte es fundamental para ayudar a resolver los conflictos.

En conclusión, el maestro, por su preparación y experiencia puede poseer conocimiento que contribuya a
orientar la actividad familiar, pero en situaciones de mayor conflicto es mejor apoyarse en un especialista en
orientación familiar.



52. Mi niña va a un centro de estimulación temprana; tiene 3 años y medio y la maestra se queja
mucho de que no sigue instrucciones y es muy berrinchuda. ¿Qué hacer para evitar este
comportamiento? Gracias.

Gracias por su pregunta.  Lo primero que se debe entender es que los niños se comportan en función de
cómo lo hacen los adultos.  Cuando se desea modificar el comportamiento de un niño o de una niña,
primero debe observarse el comportamiento de su padre, madre o cuidador para encontrar las actitudes y
las acciones que estén provocando ese comportamiento.

El criterio de quienes dirigimos esta Asociación es que el niño y la niña a los tres años de edad es lo
suficientemente curioso y autodeterminado para aprender todo lo que se le desee enseñar siempre y
cuando se le presente de manera atractiva que desafíe su deseo natural de averiguar y explorar.  Creemos
en que la estimulación debe estar alineada con los deseos e intereses particulares de los niños y que
existen momentos especiales en los que los niños están más dispuestos a aceptar la ayuda de los padres o
cuidadores para subir un peldaño más en su escalera de logros.

Si en casa la niña sigue instrucciones y maneja bien las frustraciones, habrá que revisar el entorno escolar,
pero si no, primero hay que fortalecer las rutinas en casa de manera que aprenda a seguir instrucciones.  
Son muchas cosas las que hay que analizar, entre ellas su capacidad de comunicación. ¿Comprende los
mensajes?  ¿Presta atención a lo que se le dice? ¿Escucha bien? ¿Cómo reacciona cuando se le impide
hacer algo? ¿Se puede negociar con ella? ¿Cómo resuelve sus problemas (frustraciones cuando no puede
encajar algo o algo no le sale bien? El comportamiento es aprendido a partir de modelos pacientes
dispuestos a mediar cada situación de convivencia con los niños.

Si todo está bien en casa, conviene revisar la experiencia en el Centro. ¿Cuál es la actitud de la niña ante
el colegio, su maestra, sus compañeros, etc.? ¿Cuáles son sus comentarios cuando llega a casa? ¿Qué
cuenta que hizo que durante el día? Si juega de colegio, ¿qué rol juega ella y cómo se comporta? ¿Cuáles
son las actividades que hacen en clase según lo que cuenta la niña, lo que lleva a casa o le piden de
tarea? ¿Cómo es el temperamento de la maestra? ¿Cuáles son los objetivos y expectativas de la maestra
con su grupo de niños? ¿Son congruentes esos objetivos y expectativas con la manera particular de ser de
la niña y con lo que ustedes como padres desean para ella?  

Visitar el Centro para observar el comportamiento en clase, sin que la niña lo note, puede ser otra opción,
de manera que se pueda tener el panorama completo de lo que sucede y las acciones que desencadenan
la negatividad de la niña y su actitud de rebeldía.

Regañar y castigar no solucionan nada; para enseñar hay que inspirar.

En este espacio se ha dado respuesta a varias preguntas relacionadas, por lo que recomendamos leer las
preguntas
8, 13, 20, 22 y 33, así como los siguientes artículos: Señales de independencia, ¡Berrinches! Más
vale prevenirlos  y Ellos aprenden de nuestras reacciones.
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Nota:  En esta sección se ofrecen consejos prácticos para cada pregunta con base en la teoría
existente y los criterios propios de la Asociación Guatemalteca De Padres a Hijos. Para abordar a
profundidad cada tema y tratar cada situación específica, se recomienda la consulta directa con
un psicólogo u otro especialista.
Preguntas que los padres nos hacemos con
más frecuencia
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